viernes, 16 de abril de 2010

Küng

Gran eco ha hallado en los medios de comunicación la carta del teólogo suizo Hans Küng, en la que señala a Ratzinger (alias Benedicto XVI) y a la curia vaticana los defectos de la Iglesia Católica, a raíz de la indignación internacional por los abusos sexuales de sacerdotes a menores. En su carta Küng pide una puesta al día de la Iglesia católica, si se quiere atajar el creciente distanciamiento europeo de la religión. El principal escollo para una reforma de la Iglesia sería el de una curia retrógrada, que ha buscado sus pilares en organizaciones como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, que no pueden ser acusados ni de modernos ni de liberales.

Se puede adoptar ante la Iglesia –como ante todas las religiones- la postura que se quiera. Pero es un hecho que la Iglesia católica es un poderoso factor en la sociedad. Küng, que fue amigo de juventud de Ratzinger, después sañudamente perseguido por su amigo, cuando éste dirigía la Congregación para la Doctrina de la Fe (el antiguo “Santo Oficio” o Inquisición), luego reconciliado y en la actualidad distanciado, parece entenderlo así cuando desea una adaptación de la Iglesia a la sociedad actual.

Ello también sería provechoso para España, donde la conferencia episcopal, con Rouco a la cabeza, parece creer poder mantener el poder que tuvo como nacionalcatolicismo durante el franquismo.

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