domingo, 16 de mayo de 2010

"Izquierdista"

En una reunión con los presidentes de las autonomías regidas por el PP, Mariano Rajoy se destapó ayer como un izquierdista camuflado en el PP, el partido de derechas más reaccionario del espectro democrático. Rajoy criticó duramente las medidas de ahorro, “el decretazo”, de Rodríguez Zapatero, y con voz silbante vino a acusar al Gobierno de Zapatero de perjudicar a los más desfavorecidos, refiriéndose, entre otros, a los pensionistas y los funcionarios. Rajoy no dijo ni una palabra de qué medidas adoptaría él si fuese presidente del Gobierno, pero en su perorata hubo algo que delató a este lobo de derechas con la piel de oveja. Según Rajoy, en vez de tocar los sueldos de los funcionarios y las pensiones, Zapatero tendría que retirar las subvenciones a la televisión pública y a los sindicatos. El astuto gallego no dijo nada de las millonarias subvenciones anuales que reciben el Vaticano y la Iglesia nacionalcatólica española y que sí deberían suprimirse o por lo menos recortarse. Tampoco habló de la remuneración de los políticos, que cobran un sueldo por cada función política que desempeñan.

Rajoy no aprovechó la ocasión del encuentro con los presidentes autonómicos del PP para pedirles que empiecen ellos a ahorrar. Se da la circunstancia de que las autonomías del PP encabezan el despilfarro. Según se desprende de la actitud de oposición radicalmente negativa de Rajoy, al líder del Partido Popular no le importan ni España ni los españoles. Rajoy sólo está obsesionado por los votos. ¡Que las urnas nos libren de un Mariano Rajoy como presidente del Gobierno!

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