domingo, 25 de julio de 2010

Periscopio digital


Siria

Hassad
Según escribía el diplomático Gustavo de Aristegui (PP) en su libro, al que no se ha prestado en nuestras altas esferas la suficiente atención, “La yihada (guerra santa) en España”, los islamistas están avanzando en su plan a largo plazo de “reconquistar” lo que ellos llaman “suelo islámico”, es decir Europa Occidental y, en primer lugar, España, a la que consideran un país musulmán de apóstatas.

La situación es realmente crítica. En Alemania residen más de dos millones de turcos (musulmanes), que se oponen tenazmente a la integración en el país. Al contrario, los turcos se van expandiendo en las áreas donde residen, según el sistema descrito por Aristegui en su libro. Primero toman una casa, después, cuando los alemanes se han ido marchando por no querer vivir en un ambiente sólo turco, se apoderan de toda la calle y con el paso de los años de todo un barrio, como en Kreuzberg (Berlín), al que se le conoce como el Estambul de Alemania. Ayuda en esa táctica expansiva el hecho de que las mujeres turcas son muy fértiles y paren hasta siete y más hijos. Hoy hay escuelas en Alemania en las que la mayoría de los alumnos son otomanos. La radicalidad de la mayoría de los turcos está demostrada. Un agente secreto alemán pudo escuchar lo que enseñaba un imán en una escuela coránica: “Vosotros no sois trabajadores turcos. Sois soldados de Alá al servicio del Islam.” Hace unos años, los turcos demostraron su fuerza. En una manifestación en Francfort contra los curdos, los turcos arremetieron contra la policía alemana. Alguien dio la consigna. En pocas horas centenares de coches turcos bloqueaban las autopistas de Francfort, cortando durante casi un día el acceso al mayor aeropuerto de Alemania. Fue preciso que el Jefe de la Policía Federal negociase con los cabecillas para que éstos depusieran su actitud. Al día siguiente podía leerse en grandes caracteres en el periódico turco “Hürryet”: “Somos los más fuertes”. En Alemania existen numerosas asociaciones de turcos con más de 300 afiliados. Invitan a islamistas, en su mayoría de Arabia Saudita, para que les pronuncien conferencias. Cada día crece el número de mezquitas en Alemania. Por la permisividad de las autoridades, se está construyendo en Colonia la mayor mezquita de Europa, más grande que la catedral de Colonia, emblema de la capital renana, en la que fue detenido y expulsado el llamado “Califa”, que predicaba el triunfo del Islam sobre los infieles.

En Francia también existen problemas con los casi ocho millones de árabes (en su mayoría argelinos y marroquíes), que por proceder de los antiguos protectorados franceses poseen la nacionalidad francesa.

Mientras Europa está dividida ante la penetración islámica y no acierta a adoptar una postura común (en España existe una actitud permisiva, Francia se muestra más dura y prohíbe el burka y en Alemania hay disensiones entre los länder federados), el presidente sirio Assad no está dipuesto a que se islamice y radicalice su país. Al respecto escribía Jens Wienning para el estudio de la ARD (Radio) en Berlín.

“El presidente sirio Assad defiende la imagen secular de la sociedad de su país. Ha declarado la guerra a extremistas e islamistas. Quiere impedir que estas tendencias minen al sector de la formación. Por tal motivo, en el futuro las estudiantes no pueden cubrir más su rostro con el velo islámico.
Para el presidente de Siria, Baschar al Assad, el mayor reto consiste en que nuestra sociedad siga siendo laica. No se puede permanecer pasivo y pensar solamente en la propia seguridad. Hay que insmiscuirse. “El desafío es el extremismo en el Oriente Próximo”. No son palabras hueras lo que dice Assad. Su ministro de Educación ha decidido ahora que a partir del próximo curso, mujeres que trabajan en universidades privadas y públicas no pueden ya ocultar su rostro tras el velo islámico. Añadió el ministro que tal práctica no estaba conforme con las costumbres universtarias. Ademas los estudiantes han de ser protegidos de usos y costumbres radicales.
La pasada semana fueron, al parecer, trasladadas 1.200 profesoras del servicio universitario a otras administraciones. Detrás se halla el miedo de que los islamistas minen la enseñanza. Pero no existe una prohibición legal de los burkas y los velos en universidades o escuelas. Evidentemente es grande la preocupación de que se rebelen contra el gobierno los conservadores sirios.
El presidente Assad intenta distinguir entre los muy creyentes y los extremistas. “Los extremistas sólo utilizan la capa de la religión o del Islam para ganar partidarios”, dijo Assad. No cree –añadió- que estén convencidos de lo que hacen. “Algunos están cegados por la religión, pero no son importantes. “A los otros sólo les importa cómo pueden ejercer influencia”, declaró al presidente sirio.
Desde hace años, Siria lucha también militarmente contra islamistas. Un punto culminante fue una rebelión regional en los años 1980, que fue aplastada brutalmente. Pero Assad no procede sólo contra islamistas. Aliado con Turquía combate a los curdos del PKK en la frontera.
“En la política, en la religión, en el cristianismo, en el Islam y en el judaísmo siempre habrá extremistas”, dice Assad. “Mientras haya personas con un amplio horizonte intelectual, no hay que preocuparse, sea cual fuere el disfraz que se busquen los radicales para conseguir nuevos adictos.” Según Assad le preocupa la cuestión , si la gente podrá oponerse a tales intentos”.

Fuente: Tagesschau.de

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