viernes, 17 de septiembre de 2010

Un despropósito


La huelga general convocada por los sindicatos UGT y CC OO para el 29 de septiembre será un triunfo para la derecha. En Génova se frotarán las manos y Rajoy se verá un paso más cerca de las nuevas elecciones.

Con su huelga, los dirigentes sindicales, Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo, le hacen el juego a la derecha, al dirigirse el paro laboral general contra un gobierno de izquierdas. Para un partido socialista es muy difícil hacer una política total de izquierdas cuando las circunstancias económicas son completamente adversas y los demás países son gobernados por la derecha. El motor de la Unión Europea, Alemania, ejerce una fuerte presión sobre José Luís Rodríguez Zapatero para que éste se atenga a las directrices europeas para solucionar la crisis.

Méndez y Toxo no saldrán tampoco bien parados de esta huelga. De una parte se exponen a exhibir su debilidad si la huelga general fracasa, de otra podrán servir en bandeja a la extrema derecha, a los apolíticos y a los enemigos de Zapatero –que no están precisamente sindicados en UGT o en CC OO- una magnífica oportunidad de luchar contra el odiado gobierno del PSOE. Según se acerca el 29.09 aumenta la euforia en la calle Génova. La huelga general europea tiene un carácter muy distinto. Se dirige contra el nuevo capitalismo. Con la huelga del 29.09, UGT y CC OO quieren obligar al gobierno de Zapatero a dar marcha atrás en su política de reformas, que coinciden con las reformas que se han impuesto los gobiernos de la UE. En realidad, Zapatero no es el adversario. Si la reforma laboral es la que es, se debe a la actitud de la patronal española, siendo el mérito de Zapatero el haber arrancado sustanciales concesiones a favor de los trabajadores. Los patronos españoles no son distintos a los europeos.

Se mire como se mire, para mí la huelga general es un despropósito que no sólo perjudica al gobierno socialista, sino a los propios sindicatos que la convocan..

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