sábado, 8 de enero de 2011

Nuestra lengua: "Decisión salomónica"


“Adoptar una decisión salomónica”. = Tomar una decisión justa y equitativa para las partes enfrentadas sin favorecer a ninguna de las dos, aunque ello puede algunas veces ser fruto del deseo del juez de “no querer mojarse” con ninguna de las partes y querer quedar bien con el demandante y el demandado.
Como tantas muchas frases populares, también ésta tiene su origen en el Antiguo Testamento de la Biblia y hace referencia al rey de Israel Salomón, hijo de David, de quien cuentan las crónicas que fue un rey justo y sabio. En este caso preciso se refiere a un juicio que enfrentó a dos mujeres. Ambas habían dado a luz a un hijo, pero uno de ellos murió a las pocas horas de nacer, de manera que una de las mujeres tomó la malvada decisión de “darle el cambiazo” a la otra mientras dormía y robarle la criatura que gozaba de buena salud. Al despertar, la madre del niño sano se dio cuenta de la treta y pidió justicia al rey Salomón. Acudieron ambas mujeres ante el rey y éste les hizo saber su decisión: el niño vivo se partiría en dos mitades y cada una de ellas recibiría una parte. La verdadera madre exclamó que prefería que la madre falsa se quedase con el niño antes de verlo muerto. Y el rey Salomón sentenció que sólo la madre auténtica podía ser capaz de anteponer el bien y la salud de la criatura a sus propios intereses, por lo que hizo que su hijo le fuese devuelto mientras que mandaba encarcelar a la malévola estafadora.

“No querer mojarse”. = No quererse posicionar ante algo. No atreverse o no querer dar una opinión clara sobre algo o alguien. No querer comprometerse.

“Dar el cambiazo”. = Sustituir una cosa por otra de menos valor de modo fraudulento (con engaños).

“Calar a alguien”. = Ver cómo es en realidad y cuáles son sus intenciones.

Sin oficio ni beneficio”. = No tener nada, carecer de futuro, no ser nadie. No tener ninguna oportunidad ni en la vida laboral ni en la social.

“Por el humo se sabe dónde está el fuego”. = El fuego equivale aquí a la huella, la pista o el rastro (para detener a los delincuentes).

“De pobre a rico en un día, si toca la lotería”. = El deseo de muchos millones de españoles y extranjeros.

“Se quedaron sopas“. = Quedaron profundamente dormidos.

“Echar en cara”. = Reprochar

“(V)amos vete lavativa/, (v)amos vete salmonete… = Que te largues, te marches, desaparezcas. Los madrileños de mi generación utilizábamos mucho esta castiza expresión para alejar a alguien no deseado.

“Reírse a mandíbula batiente”. = reír con grandes carcajadas; a carcajada limpia.

“Dar (pegar) el braguetazo”. = Casarse con una rica heredera (puede tratarse de una vieja millonaria, pero también de una joven de familia adinerada).

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