lunes, 24 de enero de 2011

Tema de hoy: Babel en Madrid


En lo que puede parecer una broma de carnaval, los senadores representantes de las autonomías se dieron la pasada semana el gustazo de hablar cada uno en el Senado su lengua vernácula. Artur Mas resaltó la importancia de la lengua materna como identidad, con lo cual el Honorable estaba un tanto equivocado. También para los bilingües-¿no son los catalanes, los gallegos o los vascos bilingües?- es el bilingüismo una seña más de identidad. La identidad es la adjetivación del Yo a través de las circunstancias del día al día. La lengua, el bilingüismo o el ser políglota son meras circunstancias de la vida de la persona, que matizan su personalidad. Que todos sepamos, el honorable Mas también es bilingüe como la mayoría de sus catalanes. La riqueza de Cataluña, especialmente en lo cultural, es precisamente su bilingüismo. Además de su lengua materna, Mas habla a nivel de primera lengua el castellano, una lengua que le permite conectar con más de 400 millones de personas. Para una región exportadora, como la nación catalana, hablar español es una bendición. Pero en el caso del señor Mas, lo mismo que en el de los senadores bilingües: gallego y vasco, los tiros van por otro sitio. Se destaca el placer de hablar en un acto oficial en Madrid la lengua autóctona, pero de lo que va es de ampliar el margen del poder de la respectiva autonomía, que en el caso de los catalanes es la independencia por dejadez de los gobernantes en Madrid. En cuanto a los vascos, una minoría busca no sólo el cultivo del euskera (ya lo tienen desde el principio de la democracia), sino la independencia por la vía de la violencia. Unos y otros lo tienen crudo no sólo por lo que respecta al PSOE sino también al PP.

Nadie prohíbe a las autonomías expresarse en sus lenguas. Según la constitución, la lengua de cada autonomía es cooficial, pero no en toda España, sino en la respectiva autonomía. Resultaba cómico ver a los senadores agarrados al pinganillo o a los cascos, para escuchar la traducción al castellano de algo que todos entenderían, incluso mejor sin intérprete, dicho por el orador en español. Han quedado tan satisfechos que quieren también extender la práctica al Congreso de los Diputados. Hasta aquí hemos llegado. Con la que está cayendo, sólo faltaría que señores que hablan y entienden como tú y como yo, nuestra lengua común, el castellano, hagan gastar al contribuyente millares de euros en instalaciones e intérpretes. Los representantes autonómicos “estan tots carregats de punyetes”.

1 comentario:

  1. Es así como Usted escribe. No tengo nada en contra de las autonomías, es más creo que son incluso necesarias para evitar los desmanes de un centralismo omnipotente. Pero, de eso a ese espectáculo rídiculo que se vivió el otro día en el Senado.....Entretanto, mientras todos los ciudadanos nos tenemos que apretar cada día más el cinturón, Sus Señorías no paran de derrochar. ¡Una auténtica verguenza!

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