lunes, 4 de abril de 2011

Pincelada: Astenia primaveral


Si buscamos la palabra “astenia” en un diccionario médico, nos encontraremos con la siguiente definición: “Ausencia de energía, debilidad orgánica. También: “Sensación de fatiga y falta de vitalidad, tanto física como psíquica, generalizada”. Pero la astenia, que hoy nos ocupa, es de carácter estacional. Se trata de la llamada “astenia primaveral” que en esta época del año suele estar en boca de todos, aunque suelen ser las mujeres las más aquejadas por este síndrome, de carácter leve y pasajero, pero bastante fastidioso. La astenia de primavera se caracteriza por una sensación de fatiga generalizada y somnolencia diurna que puede ir acompañada de dificultad de concentración, presión en la cabeza e irritabilidad. Sin embargo, esos síntomas remiten normalmente al cabo de un par de semanas y no precisan de tratamiento farmacológico alguno. Por lo visto, la sintomatología se debe a una mala adaptación del organismo a los cambios de temperatura y atmosféricos (también de luz) que se producen con el paso del invierno a la primavera. Dicen los especialistas que estos trastornos se deben a una disminución de los niveles en sangre de las “endorfinas”, unas sustancias más conocidas como “hormonas de la felicidad”, pero no se sabe el motivo exacto de su disminución al iniciarse la primavera.

Para paliar los efectos de la “astenia primaveral” sobre nuestro organismo, los médicos aconsejan que se mantengan horarios regulares de comida y de descanso nocturno (se recomiendan 7 horas de sueño). Los expertos sugieren también salir regularmente a dar un paseo al aire libre o realizar ejercicios moderados como el yoga, la natación o el Tai Chi. De suma importancia es seguir una dieta equilibrada, con cenas muy frugales, y beber al menos un litro y medio de agua al día para hidratarnos por dentro. Si somos constantes a la hora de seguir estos consejos, no sólo fortaleceremos nuestro sistema inmunológico, sino que nos enfrentaremos con mejores ánimos a nuestras tareas cotidianas. También una actitud positiva en nuestro día a día nos ayudará, con toda seguridad, a liberar tensiones y a combatir eficazmente este molesto, aunque ligero trastorno.

M. Rey Suñé

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