miércoles, 11 de mayo de 2011

Tema de hoy: Los psicofármacos



Más de varios millones de personas padecen una enfermedad un el mundo. En el caso de más de un millón , se trata de una enfermedad mental, por lo general unida a la miseria (“los sintecho”). La industria farmacéutica es una de las más poderosas del planeta. ¿Pero sabe siempre el consumidor lo que está tomando?

Tomo por ejemplo el Diazepam, que está provisto de un extenso prospecto. Diazepam es un buen ansiolítico, pero, ya lo dice el prospecto, no está indicado para tratamientos de larga duración. La causa: el Diazepam crea dependencia. 2 o 5 mg tomados durante un mes crean un fuerte síndrome de retirada del medicamento. El “mono” del Diazepam es horrible y muy molesto. Puede durar meses. No existe ningún antídoto.

Otro ejemplo es el conocido neuroléptico Dogmatil. También este medicamento tiene adjunto un extenso prospecto que indica para qué se toma Dogmatil y especifica las interacciones con otro medicamento, así como los efectos secundarios no deseados. La relación puede asustar al más valiente.

En cada medicamento está: “Consulte a su médico”. Pero ¿saben realmente todos los médicos qué recetan a sus pacientes?

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