jueves, 9 de junio de 2011

Pincelada: Carta de una farmacéutica


Esta mañana encontramos en nuestro correo la carta que escribe una farmacéutica sobre las presuntas ventajas de las que se benefician los ciudadanos extranjeros en nuestro sistema de Sanidad Pública y algunos supuestos abusos. Publicamos esta carta a continuación no por “racismo” (ya está bien de utilizar esta palabra como una maza contra quienes se ocupan objetivamente del fenómeno de la inmigración), sino como tema de reflexión y discusión.

“Estimados Compañeros:
Me dirijo a vosotros para explicar lo que está sucediendo en las farmacias españolas.
Creo que es necesario que esto se sepa porque, por lo que he podido comprobar, hay una estela de secretismo en relación con el tema de la Sanidad Pública y sus ventajas para los inmigrantes....
Pasa lo siguiente: Yo soy farmacéutica y en mi oficina de farmacia detecto desde hace varios años ya muchísimas recetas que los inmigrantes ¡¡NO PAGAN!! Sí, sí, como lo estáis leyendo.
Me explico: cuando uno de nosotros, español de toda la vida, va al médico, se le extiende una receta con la modalidad de beneficiario normal, titular, o sí está jubilado, pensionista titular. Eso quiere decir que se ha cotizado a la Seguridad Social Española
Pero los inmigrantes reciben recetas con las modalidades siguientes:
Extranjero titular sin recursos, solicitud de extranjero sin recursos, fármacos gratuitos para extranjeros, menor extranjero con fármacos gratuitos y lo peor de todo: ser pensionista extranjero mayor de 64 años. Esta es la última modalidad, que quiere decir que los inmigrantes se traen a sus ancianos aquí a recibir la asistencia médica y farmacéutica que nosotros pagamos, o sea los españoles. Por otra parte, se llevan gran cantidad de medicamentos comprados en la farmacia, o regalados, a su país y, además, se jactan de ello.
Daré más datos: yo resido en Majadahonda, Madrid, y de lo que estoy hablando es lo que veo cada día aquí... Se supone que el Ayuntamiento de Majadahonda es de derechas y el mismo ayuntamiento está repartiendo vales a moros y sudamericanos para recibir papillas y leches GRATIS y productos de higiene personal GRATIS.
Estos individuos, una vez que me dan el vale, se compran cremas de 50 euros... y encima se jactan y cachondean de que los españoles somos tontos... GRACIAS Señor Zapatero.
¡¡Estoy harta!!!
Además me han amenazado muchas veces en mi farmacia, y yo encima con el miedo de salir del trabajo a las 21:30, ya que toda la gente sabe el horario de mi trabajo lo que me provoca mucho pánico. ¡Es indignante y veo que no podemos hacer nada!
Bien, pues ya sabéis porqué a los españoles nos va tan mal en la Sanidad, porque todo se lo dan a estos foráneos, ya lo veis... y eso por no hablar del acceso a pisos de Protección Oficial, comedores escolares, guarderías, subvenciones en libros para el “cole” o actividades extraescolares...
O sea que si yo tengo un hijo, a mí que soy española de toda la vida no me da nadie ni una ayuda y me puedo morir esperando. Para triunfar en España hay que ser moro, sudamericano, chino, rumano, o no saber hacer la O con un canuto.
Un saludo.
Puedo confirmar que todo esto es cierto y que si no se habla de ello es porque no interesa; respondo a quien esté interesado: farmaceuticos_adjuntos@yahoo.es ”

Esta es la opinión de la farmacéutica, que yo me permito puntualizar:

Es cierto es que aquí en España hemos sido y somos generosos de más con los extranjeros que utilizan nuestra Sanidad Pública, se trate de ciudadanos comunitarios o no. Les voy a poner varios ejemplos, todos ellos del trato que se da en la S.S. a los ciudadanos comunitarios, especialmente a los jubilados, que necesitan asistencia médica en España y que he podido ver en algún momento con mis propios ojos:

1) Mi tía, jubilada de 80 años, con domicilio habitual en Perpiñán (Francia), se quedaba atónita cuando venía de visita de aquí, como desplazada, se le proporcionasen todos sus medicamentos habituales (y eran un montón) de manera totalmente gratuita, mientras que en Francia la S.S. sólo asumía una parte de los costos (me parece que el 70%). Para el resto había tenido que contratar en su día un seguro complementario. Aquí bastaba con personarse en el ambulatorio con una lista de las medicinas que deseaba y la doctora, muy amablemente, al presentar el formulario E-111, le firmaba todas las recetas necesarias para obtenerlas en la farmacia sin pagar ni un céntimo.
2) En un programa de la Televisión Valenciana que vi hará cosa de un año, un médico de familia de por la zona de Jalón (Alicante), donde tienen casa muchos ciudadanos británicos que pasan el invierno en España, se quejaba amargamente de que éstos iban en plan pedigüeño por su consulta y se dedicaban a coleccionar todo tipo de medicamentos para podérselos llevar en su equipaje a su regreso al Reino Unido, ya que allí tienen que pagarlos. También contaba que el sistema sanitario de Inglaterra no paga las operaciones a personas mayores de 75 años, por lo que muchos ingleses se traen aquí a sus mayores y simulan una urgencia para que puedan someterse aquí, por supuesto gratuitamente, a esa operación que en Gran Bretaña les deniegan (por ejemplo, de prótesis de rodilla o de cadera).
3) Haciendo cola en mi farmacia habitual cuando estoy en la zona de Alicante, me tocó delante de mí a un señor alemán que llevaba como unas 20 recetas de la S.S., para él y su esposa. Me tiré más de media hora esperando a que le despachasen. Cuando me tocó el turno, se lo comenté a la farmacéutica y ésta me explicó que el señor en cuestión regresaba a Alemania y había hecho acopio de medicamentos aquí. Me consta que en Alemania la atención sanitaria de los jubilados no es gratuita, es más, existe incluso desde hace mucho tiempo un sistema de copago para los medicamentos y visitas al médico. Con lo cual, el ciudadano germano y su esposa, al no haber realizado ningún tipo de aportación a la S.S. de nuestro país, estaban claramente abusando de la generosidad del Estado Español y de sus ciudadanos que son, al fin y al cabo, quienes pagan los impuestos. Lo malo es que si ustedes viajan a Alemania y tienen la desgracia de caer enfermos allí, por mucho formulario E-111 que lleven, parte de los gastos que ocasione su enfermedad correrán a su cargo, ya que allí le aplicarán las leyes vigentes alemanas, según las cuales existe un copago para ingresos hospitalarios, visitas médicas y todos los medicamentos que su médico de allí les recete.

O sea que la indignación de la farmacéutica tiene una base real, que va más allá del hecho de si uno es moro, suramericano o chino. El despilfarro que se ha dado en España en el Sector Sanitario (y en tantos otros) bajo todos los gobiernos que hemos tenido desde la Transición, nos ha llevado a que ahora, en el periodo de las vacas flacas, se tengan que cerrar salas de hospitales y se precarice la Sanidad pública. Es normal que ahora los ciudadanos se alboroten, pero lo que no se puede hacer es echarle todas las culpas al gobierno de Zapatero, por muy mal que éste lo haya hecho. También los gobiernos anteriores y los reinos de taifas que son nuestras autonomías tienen su parte de culpa en lo que ahora está sucediendo.
M.R.

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