miércoles, 20 de julio de 2011

Pincelada: La pluma y la espada


Probablemente habrán oído alguna vez la frase “La pluma es más poderosa que la espada”, que se utiliza para dar a entender que un artículo mordaz y rezumando veneno puede causarle a la persona contra la que va dirigido mucho más daño que una herida de sable, puesto que las palabras escritas apuntan al talón de Aquiles del adversario. También se usa para resaltar la importancia del pensamiento, de la cultura, sobre la fuerza (recuerden la famosa frase de Unamuno, dirigida a Millán Astray: “Venceréis pero no convenceréis”).

Sin embargo, casi nadie sabe quién acuñó esta hermosa expresión. Se trata del escritor inglés Edward Bulwer-Lytton, quien la pone en boca del cardenal Richelieu en su obra de teatro “Richelieu o la conspiración”, estrenada el 7 de marzo de 1839 con gran éxito en el teatro Covent Garden de Londres.

Al parecer, aunque no se ha encontrado ningún testimonio escrito que lo confirme, la sentencia habría sido ya utilizada en la Antigüedad por el escritor griego Eurípides. Una frase similar se puede leer igualmente en la Biblia (Epístola de los Hebreos): "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos". Y, posteriormente, el mismísimo William Shakespeare en Hamlet escribió: “Muchos de los que llevan estoque, temen a las plumas de ganso”, refiriéndose, por supuesto, a las plumas que utilizaban los escritores para realizar su trabajo (que, por aquel entonces, eran mayormente de ganso).

Y puestos a citar, también Napoleón Bonaparte, conocido como gran orador, se sirvió en su día de una comparación muy parecida para referirse a la prensa de la época: "Cuatro periódicos hostiles son más de temer que mil bayonetas".

Pero sea como fuere, las enciclopedias únicamente mencionan a Bulwer-Lytton como autor de la célebre frase, aunque aquí en España no le conozca ni Dios.
Margarita Rey

No hay comentarios:

Publicar un comentario