lunes, 26 de septiembre de 2011

Nuestra lengua: "Engordar para morir"



“Engordar para morir”. = Se aplica a aquello que se ceba para que acabe en manos del matarife (ganado, cerdos, aves, incluso los toros que acaban sus días en la plaza).

“A sonidos guturales emitidos por laringes inconscientes, trompas de Eustaquio mantiénense en estado letárgico”. = No hay que hacer caso del que habla al tuntún e, incluso, ofende a las personas de su entorno. Similar: A palabras necias, oídos sordos.

“Fingir no es mentir”. = Fingir es esconderse detrás de la realidad.

“Vayan las verdes por las maduras”. = Hay que aceptar que en la vida hay periodos buenos y periodos malos.

“La carne de burro no (se) transparenta”. = Se le dice a alguien que está obstruyendo la visibilidad en un acto, evento o espectáculo.

“Empinar el codo”. = Beber mucho.

“Limpio de polvo y paja”. = Ganancia neta, también: pago ilegal con dinero B.

“Nada teme perder quien nada tiene”. = Es evidente que quien no posee nada tampoco puede perder nada. Es un dicho relativo, pues todos podemos perder el bien más alto: la vida.

“Aquí no hay mojigangas”. = No es éste precisamente el momento de reírse o burlarse de algo. Las mojigangas eran antiguamente fiestas públicas con máscaras y disfraces ridículos.

“El que dice la verdad, ni peca ni miente”. = Porque tiene razón.

“Ahora caigo”. = Ahora lo veo claro; ahora me doy cuenta.

“El censo canino”. = Censo municipal de animales de compañía que atañe a los perros.

“La churra (la chorra)”. = (Coloquial, vulgar): El pene.

“Pillar una tajada”. = Emborracharse; pillar una trompa.


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