viernes, 20 de enero de 2012

Nuestra lengua: "Torear de salón"




“Torear muy bien de salón”. = Metafóricamente hablando, no exponerse. Enfrentarse a alguien o algo sin riesgo (p.e. para lucirse). También: saber esquivar preguntas indiscretas contestando con evasivas (muy propio de los políticos). Se llama “toreo de salón” al ensayo del toreo con carretones con cara de toro y cuernos por parte de jóvenes no diestros, que quieren aprender la tauromaquia antes de ser capaces de enfrentarse a toros auténticos en una corrida de verdad.

“Ser de lágrima fácil”. = Ser muy llorón (llorona).

“Llevarse algo al buche”. = Comer un poco.

“Nada se parece más a la injusticia que la justicia tardía” (Séneca). = El significado es obvio.

“Nada se hace sin manos”. = Se  utiliza en el sentido de que para conseguir una meta hay que trabajar mucho y que, por consiguiente, el holgazán nunca llegará a nada en la vida si no pone manos a la obra (las manos son los miembros más necesarios del cuerpo humano).

“Ganarle a uno por la mano”. = Anticiparse a alguien para conseguir algo.

“Tener callos en el alma”. = Cuando a uno, de puro padecer,  ya no le duelen los sufrimientos.

“Monicaco”. = Enano, mocoso (niño pequeño).
 
“El conjunto ché”. = El equipo de fútbol (también de baloncesto o de balonmano) del Valencia.

“Irse al catre”. = Acostarse, irse a la cama.

“Estoy bregado en esas lides”. = Estoy muy familiarizado con esa cuestión. Soy ducho en la materia.
 
“Ser un clavo más en el ataúd de algo o alguien”. = Ser una más de las causas que pueden llevar a truncar un proyecto o incluso la vida de una persona (problemas personales, de trabajo, etc.).



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