lunes, 27 de febrero de 2012

Leído en la Prensa



"Aquel: "Vente a Alemania, Pepe”

LA ESCENA EMPIEZA A SER HABITUAL, yo la he vivido en mi propia casa y en la de muchos de mis amigos: la despedida de los hijos que se marchan a trabajar al extranjero y dejan su país completamente desesperados porque aquí no han podido encontrar trabajo. Son los nuevos emigrantes, esos jóvenes que han estudiado una carrera universitaria y que tienen una formación sólida en la que todos hemos invertido. Y cuando digo todos me refiero a la sociedad entera, puesto que la mayoría han estudiado en colegios públicos o concertados y han ido a universidades públicas. Sí, es evidente que se está marchando una generación bien preparada porque aquí esos jóvenes no tienen futuro y eso debería llevarnos a reflexionar sobre qué están haciendo mal –rematadamente mal– los poderes públicos.

ES INDISCUTIBLE QUE VIAJAR ENRIQUECE el espíritu y la vida de cualquier persona. Estudiar y trabajar fuera del país de origen es, igualmente, un valor añadido para la formación profesional y personal. Dirán ustedes que esto que escribo es una obviedad y tendrán razón, porque lo es. Pero es que ahora no se trata de 'viajes' voluntarios, de la aventura positiva que supone ir a estudiar a Francia, Dinamarca, Gran Bretaña o Alemania con una beca Erasmus. O decidir trabajar una temporada fuera de España para aumentar la experiencia vital y personal y, ya de paso, aprender o mejorar en idiomas. El problema es que ahora nuestros jóvenes se están marchando hartos porque no solo no encuentran trabajo aquí, sino que porque tampoco se dibuja en el horizonte la posibilidad de que esos proyectos laborales aparezcan.

AHORA MISMO, en decenas de hospitales europeos hay médicos españoles, además de de enfermeras y farmacéuticos. Por no hablar del caso de los investigadores. En España investigar es ir contra corriente y luchar contra los elementos: el primero de ellos el Estado. No hay ningún Gobierno, ninguno, que haya invertido en investigación, y que haya entendido algo que es elemental: el hecho de que el futuro de un país pasa, sin remedio, por la investigación. Resulta que nuestros jóvenes investigadores son muy buenos y cotizados fuera de nuestras fronteras, lo mismo que nuestros médicos. ¿Saben lo que cuesta formar un médico? Pues aquí les formamos, invertimos en ellos, y luego les despedimos para que se ganen la vida y den rienda suelta a su valía en otros hemisferios. O sea, hacemos un negocio redondo.

INSISTO.
Viajar, estudiar y trabajar fuera de tu propio país debería de ser una opción más para nuestros jóvenes, pero no el fruto de la desesperación. Hace décadas los españoles se vieron obligados a emigrar a Alemania, Bélgica, Francia e Inglaterra por necesidad, pero eran mano de obra dura y barata. Hoy, sin embargo, los nuevos emigrantes son jóvenes sobradamente preparados que se marchan desesperados.

P. D.: Desgraciadamente, estamos volviendo a los tiempos aquellos de "vente a Alemania, Pepe", solo que ahora Pepe es ingeniero nuclear, neurocirujano, biólogo, economista o sociólogo. Tanto esfuerzo público para formarles, y tanto esfuerzo personal, para terminar emigrando. ¿Hasta cuándo?"

Fuente : MUJER HOY
Autora: Julia Navarro

1 comentario:

  1. SI,HOMBRE SI,LOS ERASMUS,LA MAYORIA DE ELLOS SE PASAN EL DIA DE BORRACHERA A CUANTA DE PAPA ESTADO.

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