martes, 13 de marzo de 2012

Curiosidades: Inglés se casa con muñeca



No daba crédito a lo que estaban leyendo mis ojos y, de repente, me vi transportada al año 1974, cuando se estrenó en casi toda Europa la coproducción francoespañola Tamaño natural, en francés Grandeur nature. No les voy a contar aquí todo el argumento, porque estoy segura de que muchos de ustedes habrán visto esa espléndida tragicomedia. Dirigida por el gran Luís García Berlanga, la peli tenía como protagonista al excelente actor galo Michel Piccoli y trataba de un dentista, cuyo matrimonio hacía aguas desde tiempo ha. En su creciente soledad, el desgraciado acaba por enamorarse de un maniquí femenino que (y aquí cito a Wikipedia) “cumple todos los requisitos que él espera de una buena mujer: es atractiva, su piel no envejece, no habla ni enferma, ni tampoco pide caprichos”.

Pues bien, en la edición dominical del diario alemán BILD se daba la noticia de un caso similar, pero esta vez real: las nupcias de un ciudadano británico, Everard Cunion (55 años) con una muñeca de goma. Bueno, en realidad, se trataba de un simulacro de boda, ya que, ni tan siquiera en Inglaterra ningún funcionario del juzgado hubiese podido casarles por la ley.

Pero el señor Cunion quiso que la celebración cumpliese hasta el más mínimo detalle con todos los requisitos que cualquier novia desearía vivir en su gran día. Como en los cuentos de hadas, la pareja recorrió en una carroza blanca las calles de la pequeña ciudad de Dorsey. Ella, rubia y bellísima, ataviada con un precioso vestido blanco y con un velo de encaje, y él con traje blanco y corbata de color rosa, hacían una estupenda pareja. Claro que los ojos de la dama eran bastante inexpresivos como se debe a un espécimen de plástico, por muy perfecto que éste sea.

Lo curioso del caso es que Cunion tenía un harén de muñecas. Nueve en total. Con una de ellas ya se “casó” hace tres años hasta que feneció debido al uso. Ese inglés más que rarito explica a quien le quiere escuchar que, desde siempre, ha tenido problemas de comunicación con las mujeres de verdad.

La recién casada no será capaz de limpiarle la casa ni de prepararle comiditas a su marido (aunque esto parece no importarle demasiado a Cunion). Lo que sí está claro, es que la nueva “esposa” de Cunion jamás le llevará la contraria ni le molestará con su locuacidad ni tampoco se enfadará con él si está demasiado pendiente de los partidos de fútbol en la televisión.

Y si algún caballero considera que, por esos mismos motivos, una muñeca es la panacea, tengo que añadir que, un sofisticado ejemplar de silicona como los nueve que tiene el inglés en su casa, viene a costar unos 14.000 euros cada uno.
Margarita Rey

No hay comentarios:

Publicar un comentario