miércoles, 21 de marzo de 2012

Tema de hoy: Peces gordos



Pinta mal para los peces gordos. En el primer juicio del caso Palma Arena, el ex presidente balear y ex ministro del PP, Jaume Matas ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Palma, acusado de corrupción, a seis años de cárcel. Se imputaba a Matas pagar fraudulentamente, con fondos públicos, al periodista Antonio Alemany, que escribía para él sus discursos y que realizó una campaña para ensalzar su actividad política.

La sentencia se la Audiencia Provincial de Palma le inhabilita también para desempeñar cargos electos durante nueve años y medio y le impone dos multas que suman 11.26

Los tres magistrados de la Sección Primera le han hallado culpable de delitos de fraude a la Administración, falsedad documental, prevaricación junto con malversación de dinero público y tráfico de influencias.

Jaume Matas es el cuarto ex presidente autonómico condenado con prisión. Su abogado, Antonio Alberca, ha confirmado a RNE que recurrirán la sentencia ante el Tribunal Supremo. El letrado se muestra en contra de que Matas ingrese en prisión antes de que el TS resuelva el recurso, lo que podría alargarse año o año y medio.

La Fiscalía Anticorrupción, que pedía ocho años y medio de prisión, podría solicitar ahora el ingreso en prisión de Matas sin esperar a que la sentencia sea firme tras el pronunciamiento del Supremo. Matas fue presidente del “Govern balear” entre los años 1996-1999 y 2003-2007 y ministro de Medio Ambiente de 2000 a 2003 con José María Aznar.

La sentencia, conocida ayer martes, es la primera del caso Palma Arena, que cuenta con 25 piezas separadas. En la mayoría de ellas está encausado Matas, incluida la que investiga al duque de Palma, Iñaki Urdangarin, por un presunto desvío de fondos públicos a través del Instituto Nóos.

En cuanto a Urdangarin, el Fiscal fija cuatro delitos para encausar al duque de Palma: malversación, prevaricación, falsedad en documento y fraude a la Administración. Tendrá que volver a Palma en los próximos meses para declarar. No ha dado resultado la estrategia de Urdangarin de atribuir todas las irregularidades en el Instituto Nóos a su socio Diego Torres.

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