jueves, 12 de abril de 2012

Pincelada: La Reina madre


La familia real inglesa no gana para sustos. Después de haber recuperado el favor de los ingleses, sobre todo gracias a la boda del príncipe Guillermo con la atractiva y fina Cate, ahora tienen que enfrentarse a otro escollo que, de ser auténtico (pero eso sólo lo podría autentificar una poco probable prueba de ADN), supondría un escándalo más en la ya larga lista de inmoralidades de los Royals.

Y como hecho aposta, la publicación del libro “The Queen Mother” (la Reina madre) tendrá lugar el 22 de abril de este año, en el que se celebra el 60 aniversario de la entronización de la reina Isabel II de Inglaterra. De ser verdad lo que escribe la autora de la obra (una dama de la alta sociedad británica), Lady Colin Campbell, la madre de la actual reina de Inglaterra, la tan querida reina madre (de soltera: Elizabeth Bowes-Lyon), sería la hija de una vulgar cocinera.

Única hija entre diez vástagos del conde Claude-George Bowes-Lyon, Elizabeth Bowes-Lyon sería, según la autora la hija del conde y de la cocinera francesa Marguerite Rodière, a la sazón empleada del matrimonio Bowes-Lyon.

Al parecer, los condes hubiesen deseado tener una caterva de hijos pero, después del octavo, la condesa Cecilia tuvo que tirar la toalla por prescripción médica. Así, el conde se tuvo que buscar la vida en otros lechos y lo más práctico fue hacerlo lo más cerca posible. En aquellos tiempos, los amos no tenían que desplazarse muy lejos para satisfacer sus apetitos sexuales. Para eso estaba el personal.

La cocinera de la mansión, una bella joven de especial atractivo, fue, al parecer, la elegida por el matrimonio para ser la amante del conde y ejercer la función de “madre de alquiler” de los condes Bowes-Lyon.

Lady Colin Campbell funda su afirmación en que el tercer nombre de la reina madre era Marguerite (un nombre francés, bastante inusual en círculos de la nobleza inglesa). Además, el mote de la pequeña Elizabeth Bowes-Lyon era “Cookie”, que podría derivarse de la palabra “cook” (en inglés, cocinero).

Verdad o mentira, esta “biografía” seguro que no conseguirá aguar las diversos eventos que tendrán lugar este año con motivo del 60 jubileo de la subida al trono de la Reina Isabel. Por lo demás, al pueblo inglés que adoraba a la Reina madre, fallecida en 2002 con casi 102 años, le importarían un pimiento los particulares chanchullos de la aristocrática familia porque ellos a quien realmente admiraban era a Elizabeth, convertida entretanto de rebote en reina consorte (después de que el rey Eduardo VIII tuviese que abdicar al trono para poder casarse con la americana divorciada Wallis Simpson). Una gran reina, que, a sabiendas de que su decisión podía costarle la vida, se negó a abandonar Londres durante los bombardeos nazis y participó activamente en múltiples programas de ayuda a la población, tan afectada por los ataques alemanes a Inglaterra.
Margarita Rey

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