lunes, 7 de mayo de 2012

Curiosidades: Un trono de placer



Muchos se lo olían. Si apostaba por España, la multinacional holandesa '2theloo' aterrizaría en Barcelona. Ya lo decía el añorado Terenci Moix: «En Cataluña cagar es una religión». No se rían, que se trata de un tema serio. Recuerden que hablamos de la patria chica de los 'caganets' y de los famosos sanitarios Roca, donde nadie arruga la nariz cuando se habla de cuartos de baño.

Eso sí, habrá que ver si a los catalanes les seduce -a largo plazo, y no sólo en las dos primeras semanas de apertura- la idea de pagar medio euro por aliviar sus esfínteres. De eso se trata el invento de '2theloo': venden servicios públicos de lujo, con materiales de alta gama, aroma a rosas y un puñado de imágenes evocadoras en las paredes, ya sea un hombre sentado en la taza del wáter o... un mono. A saber qué pinta allí un simio con canas. Sea como fuere, así pretenden enganchar a la gente, harta de abrir las puertas de los baños con el codo. O al borde del síncope cuando se les cae el móvil cerca de la taza del wáter o -mucho peor todavía- en el mismísimo urinario. Esto último es un percance muy habitual en estos tiempos de adicción al 'smartphone'.

«Ir al servicio no tiene por qué ser una pesadilla, debe ser un placer en un lugar muy moderno», insiste Niels Bakker, director de operaciones en España y Portugal. El nombre de su empresa es un guiño a la expresión inglesa 'to the loo', que significa lisa y llanamente 'al retrete'. No se andan por las ramas y, de entrada, la táctica les funciona. A día de hoy, cerca de 12.000 curiosos han disfrutado de las instalaciones que inauguraron poco antes de Semana Santa en el centro comercial Maremagnum. Se encuentran en pleno Port Vell barcelonés, una zona muy concurrida, donde hay un sinfín de bares y restaurantes en los que nadie se priva de comer y beber. En los baños de esos locales siempre hay colas, sobre todo en los destinados al sector femenino.

En situaciones de necesidad, es lógico que tanto a ellos como a ellas les entren ganas de conocer unos servicios que incluyen hasta sala de lactancia con microondas. La oferta se completa con doce baños para mujeres, cuatro para hombres, uno para minusválidos, seis urinarios y dos 'family rooms', con inodoros para niños y adultos. Tampoco falta una 'toilet shop', con productos de tocador y parafarmacia, además de caramelos, postales, libretas, bolsos, delantales...

El negocio está bien pensado, sobre todo para países donde la higiene y los escrúpulos forman parte de la idiosincrasia nacional. En la actualidad, la empresa cuenta con más de 20 instalaciones en Israel, Bélgica y Holanda. Allí detestan los malos olores y los chistes escatológicos -de pipí, caca y derivados- están mal vistos. Las tradiciones protestante y judía han recibido encantados la oferta de '2theloo' porque les permite vivir «una experiencia divertida», en palabras de Niels Bakker.

En Barcelona, en cambio, lo que más les atrae de los baños de lujo es el diseño. La diversión la tienen siempre, Terenci Moix 'dixit'.

Fuente: Las Provincias
Autora: Isabel Urrutia

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