jueves, 17 de mayo de 2012

Leído en la Prensa: La tragedia de los irresponsables


En el laberinto griego es fácil olvidar cómo se ha llegado a esto. Parece mentira que algo pequeño, un país de once millones de habitantes, derribe una cosa tan grande, el euro. Pero en esta historia tan significativa todo ha sido así. Una cadena de errores, egoísmos e irresponsabilidades que han llevado a Grecia a dos años de caída libre.

Hace exactamente dos años ocurría lo mismo que este domingo: Angela Merkel tenía elecciones en Renania del Norte Westfalia. A principios de 2010 el nuevo Gobierno de Atenas había lanzado la alarma al encontrar un agujero colosal en sus cuentas y en la UE empezó a hablarse de un rescate. Entonces hubiera bastado con 50.000 millones. Pero Merkel lo frenó, no se podía decir al votante renano que iba a pagar las locuras griegas.

Lo que son las cosas, dos años después lo ha pagado en Renania del Norte. Europa también, porque en medio de la especulación luego ya era tarde: 110.000 millones en el primer plan de rescate y 130.000 millones en el segundo.

Antes de todo la culpa, claro está, es de los griegos. Cuarenta años de gobiernos corruptos y clientelares, rematados con el despilfarro de los Juegos Olímpicos de 2004, con un coste que se disparó de 2.800 a 14.000 millones. La siguiente medida del Gobierno conservador fue contratar 100.000 funcionarios y subirles el sueldo un 20%. Así se funcionaba, y trucando las cuentas.

Ahora se comenta en los pasillos europeos que fue un error admitir a Grecia en el euro, que algo se sospechaba. Giorgios Papandreu, del Pasok, ganó las elecciones en 2009 y se encontró con el pastel. Tiró su programa a la basura e impuso brutales medidas de austeridad. Los griegos tragaron el primer año, sabían que se habían pasado. Pero después empezaron a pensar que se estaban pasando con ellos.

Los conservadores, pese a ser responsables del desastre, hicieron una oposición feroz. Su líder, Antonis Samaras, no paró hasta lograr elecciones anticipadas, pensando en su ceguera que ganaría. Pero ha llevado el país al caos. Para entonces también el egoísmo hacía estragos en el Pasok, donde Evangelos Venizelos hacía la guerra a Papandreu hasta desbancarle como líder. Las negociaciones de estos días han sido la última farsa suicida de la política griega.

Fuente: El Correo Digital – Vizcaya –
Autor: I. Domínguez

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