lunes, 28 de mayo de 2012

Tema de hoy: Pitos y flautas















En la Copa del Rey, el Atleti sucumbió ante el empuje del Barça el pasado viernes por tres a cero. Pero además del partido hubo un elemento candente introducido por la presidenta de Madrid, la inefable Esperanza Aguirre, quien un par de días antes del encuentro lanzó la propuesta-bomba de que se interrumpiese el juego y se cerrara el estadio si se producían los anunciados gran pitada y el abucheo contra el himno y la bandera nacional. Hubo en efecto pitada y abucheo, pero afortunadamente no llegó la sangre al río, aunque sí fue un espectáculo del peor gusto frente al resto de España y ante el Extranjero, que podían recurrir a comparaciones como Chequia, Eslovenia, la antigua Yugoslavia o incluso a Inglaterra (Reino Unido) con Escocia o Irlanda del Norte.

El conflicto con vascos y catalanes es secular. Al contrario que Portugal, ni el Pais Vasco (Euzkadi) ni Cataluña han tenido en la historia de España una firme vocación nacional, ni los medios para realizarla. Cataluña, antes de pasar a Castilla, fue el apéndice marítimo de Aragón, convirtiéndose con Roger de Lauria (de origen italiano), en casi dueña del Mediterráneo oriental. En 1283 defendió Sicilia y los derechos de la Corona de Aragón en las dos Sicilias contra los angevinos y derrotó a una flota francesa cerca de Malta. Pero, sobre todo, tristemente famosos se hicieron los almogávares, mercenarios aragoneses y catalanes, al mando de Roger de Flor. Su grito de combate era “Desperta Ferro”. Se hicieron temidos y célebres por su agresividad, llegando a ocupar Atenas y Neopatria. Tal vez a sus desmanes se deba que en el griego moderno la palabra “katalanós” signifique malo, cruento.

Antes de la revolución industrial, Cataluña era un país predominantemente agrícola, valeroso cuando se le irritaba, pero en general pacífico. Desde los Reyes Católicos, poco se ha escrito sobre gestas catalanas para conquistar este o aquel reino, condado o territorio, dependiente, como escribí arriba, respecto a la Corona de Aragón. No deja de tener su gracia que el ex jefe del partido independentista ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), Josep Lluís Carod Rovira, sea medio aragonés.

Parece ser que salvo los vikingos, nadie asoló las tierras vascas. Los vascos eran también campesinos, pero muy fuertes cuando veían amenazado su territorio. Algunos historiadores opinan que los vascos (euskaldunes, si siguen hablando la lengua vasca, euskera) son los únicos iberos que quedan en España. Mantuvieron unas relaciones muy amistosas con los romanos.

¿Cuándo se pondrá fin democráticamente a las disputas de ambas comunidades autónomas con el resto de España, de la que muchos quieren separarse? El País Vasco y Cataluña gozan como autonomías de más derechos que gran parte de los Länder de Alemania. Por otra parte, el País Vasco y Cataluña necesitan más a España que viceversa. ¿Pueden competir las dos minúsculas naciones con los mercados españoles e internacionales? Con la que está cayendo y la que caerá, ¿estaría dispuesta la UE o la ONU a aceptar la entrada de ambas regiones? Grecia ha sido una seria lección.

Por lo demás, el problema parece ser dramáticamente sentimental: la busca de una identidad, más indicado para la psicología y la sociología que para la política.

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