lunes, 23 de julio de 2012

Pincelada: Secuelas del "caderazo"


Tras la cacería de elefantes del monarca en Botsuana del pasado mes de abril, la ONG WWF decidió el sábado “fulminar” al rey Juan Carlos de su presidencia de honor.

Los miembros de la ONG se reunieron a puerta cerrada en una asamblea extraordinaria y decidieron por aplastante mayoría (226 votos a favor, 13 en contra, cinco abstenciones y un voto nulo) expulsar a Su Majestad. Aunque, eso sí, por vía indirecta: suprimiendo el artículo 6 de sus estatutos. Según ese artículo Su Majestad El Rey D. Juan Carlos I de España "es Presidente Fundador y de Honor de la Asociación ".

Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF, declaró a la prensa que se tomó esa decisión porque los propios socios de WWF, asociaciones animalistas, partidos y cerca de 100.000 personas en Internet habían exigido a la entidad que echase al monarca. “No podíamos mantener la presidencia honorífica. Entendíamos incompatible la caza de elefantes con la defensa de la naturaleza. Había un conflicto de coherencia" manifestó del Olmo.

Hay que recordar que don Juan Carlos (por aquel entonces todavía Príncipe de España) fue en 1968 socio-fundador de Adena (Asociación para la Defensa de la Naturaleza) , entidad de la que fue presidente desde 1968 hasta 1975. Al morir Franco y ascender al trono en 1975 pasó a ser presidente de honor de la ONG Adena, que más tarde se unió a la red WWF (World Wildlife Fund for Nature = Fondo Mundial para la Naturaleza) bajo el nombre de WWF-Adena. Desde 2009 esta fundación pasó a llamarse sólo WWF.

WWF comunicará oficialmente el inmediato “cese” de don Juan Carlos a la Zarzuela. Desde allí se ha hecho saber que expresan su respeto a la decisión, pero que no piensan hacer comentarios al respecto.

De poco le ha servido al Monarca disculparse públicamente después su operación de cadera tras su accidente durante el ya famoso safari en Botsuana (una noticia que dio la vuelta al mundo). Entonces los españoles le perdonaron. Los socios y simpatizantes de WWF, obviamente, no.
Margarita Rey

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