miércoles, 7 de noviembre de 2012

Nuestra lengua: “Pulpería”



“Pulpería”. = (Suramérica, especialmente Chile y Argentina). Tienda en la que antiguamente (hasta inicios del siglo XX) se vendían toda clase de aperos para la granja, mercería, alimentación, limpieza e, incluso, remedios. En este tipo de establecimientos se abastecían las familias y, además, servían de centros sociales para los hombres ya que en ellos se podían tomar bebidas, tocar la guitarra, cantar y jugar a las cartas o a los dados.

“Coger una perra”. = Pillar una rabieta (como los niños pequeños cuando se mosquean).

“Cuando el botero vende la bota, o sabe a pez o es que está rota”. = Nadie da nada gratis.

“¡Mira que lleva rejas el bancal!”. = ¡Mira que te lo he dicho veces! (en el sentido de advertir a alguien para que se abstenga de hacer algo).

“Recorrer (andar) las siete partidas del mundo”. = Ir de un sitio a otro sin parar. “me recorrí las siete partidas del mundo hasta que, por fin, encontré los zapatos que iba buscando”. Similar: “Ir de la ceca a la meca”.

“En España, el que apaña, apaña”. = Refrán muy apropiado en los tiempos que corremos (enchufismo, políticos corruptos o ladrones y un largo etcétera).

“El perro viejo no ladra al tocón”. = Las personas de una cierta edad, con la experiencia adquirida a lo largo de los años, tienen más cuidado que los jóvenes y no se precipitan al tomar decisiones, a menos que una razón muy concreta o de peso les obligue a ello.

“Quedarse roque”. = Quedarse profundamente dormido. “Estar roque”: estar profundamente dormido.

“Es una pasada”. = Es el acabose, el colmo. “(Jugar) una mala pasada a alguien”: “Hacerle la puñeta a alguien”. Broma de mal gusto.

“Un polígrafo”. = Máquina, aparato de la verdad.






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