Según los médicos que lo
atienden, el proceso de curación del Rey es positivo y en unos días podrá ser
dado de alta. El Rey, aquejado de varios achaques, principalmente los huesos
(parece ser una enfermedad hereditaria) resiste todos los dolores y los asume,
forzando un aspecto sano, del que desgraciadamente está lejos. Poco antes de la
segunda operación de la cadera izquierda (la prótesis anterior había
desarrollado una gran infección), el monarca había recibido las cartas credenciales
de 15 embajadores. Su gran deseo es participar en la Cumbre Latinoamericana de
principios del próximo año en Panamá. La presencia del Rey en estas cumbres da
nueva vida a la Hispanidad.
Los analistas políticos
se preguntan si el Rey está ya en condiciones de reinar. Depende mucho la
política española, la democracia, el que Juan Carlos siga teniendo la Jefatura
del Estado. Aunque óptimamente preparado, el príncipe Felipe se encontraría una
actualidad política y económica que requiere mucha experiencia en la práctica.
Es aún una incógnita cómo reaccionaría el príncipe y sucesor de Juan Carlos en
situaciones como las creadas por el yerno del Rey, Undargarin, y el ya casi
escándalo nacional de Bárcenas, que tiene en vilo al PP y a su jefe (y presidente
del Gobierno, Mariano Rajoy). Estos asuntos no pueden ser indiferentes a la
Casa Real. Se quiera o no, el PP es hoy uno de los pilares de nuestra extraña
democracia. ¿Puede uno imaginarse al Príncipe en una situación como el 23F?
Juan Carlos es sensato y
sabe cuándo ha llegado el momento de la abdicación, es decir, cuando él no
pueda más y cuando se aclare la actualidad política. Será la hora del Príncipe,
que tendrá que ser el mediador en la monarquía constitucional, garantía de la
democracia, el árbitro en la polémica de los dos grandes partidos, el mayoritario conservador PP y el socialista
PSOE. El PP, en los momentos actuales, tiene que abrirse, al menos, a un pacto
de Estado, despidiendo a ministros como Wert, Gallardón, a la ministra de Sanidad, Ana Mato, o a la titular de Empleo y Seguridad Social (antiguamente: Trabajo), Fátima Bañez, las carteras más controvertidas, por
ser la más afectadas por los recortes.
En fin, no metamos bulla.
Por el bien del país, Juan Carlos, aun sufriendo, sabrá lo que hace.
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