lunes, 7 de octubre de 2013

Leído en la Prensa: Castor y los seísmos



El almacenamiento subterráneo de gas Castor, frente a Vinarós y el Delta del Ebro y que ha cesado temporalmente la actividad debido a movimientos sísmicos, es uno de los mayores de los cinco existentes o previstos en España: Gaviota y Castor (ambos situados mar adentro), Yela, Serrablo y Marismas. Pero, ¿qué es y cómo funciona un almacenamiento de gas?
 
Se trata de infraestructuras subterráneas que aprovechan antiguos yacimientos agotados de petróleo o de gas natural o acuíferos salinos para poder almacenar esta materia prima. El proceso consiste en coger gas natural desde la red básica de gasoductos -las tuberías por las que se transporta el gas-, comprimirlo más e inyectarlo en el almacenamiento a más de 1.000 metros de profundidad a través de pozos.
 
Según explica Enagás, propietaria de Gaviota, Yela y Serrablo, el gas inyectado desplaza al agua que rellena los huecos de la roca almacén que está sellada por otra roca impermeable. En los almacenamientos situados mar adentro, como es el caso de Castor y Gaviota, el gas se lleva hasta una plataforma marina a través de un tramo de tubería submarino.
 
Normalmente, las inyecciones se realizan en épocas en las que la demanda es menor (primavera y verano). Por ejemplo, en el caso de Castor, se necesitan unos seis meses seguidos para inyectar la totalidad del gas denominado de trabajo o útil, en el que se puede extraer cuando la demanda lo requiera. Junto a este gas, existe un denominado gas de colchón que queda atrapado entre los poros y que, aunque no es útil, es necesario para que la instalación funcione.
 
Las extracciones posteriores se suelen realizar en invierno y también a través de los pozos. Entonces, el agua vuelve a rellenar los poros y el gas es tratado y devuelto a la red. Este tipo de almacenamiento permite al sistema gasista español hacer frente a puntas de consumo o a interrupciones en el suministro, entre otras eventualidades, explican desde Enagás.
 
 
La capacidad de almacenamiento es importante para garantizar el suministro en un país como España, que importa prácticamente la totalidad de su consumo. Por este motivo, de acuerdo a la regulación europea, los comercializadores y consumidores directos -aquellos que hagan uso del derecho de acceso- tienen la obligación de mantener unas reservas equivalentes a 20 días de ventas en firme del ejercicio anterior.
 
 
En España hay cinco almacenamientos subterráneos de gas.
El yacimiento de Serrablo, propiedad de Enagás, está situado entre las localidades de Jaca y Sabiñánigo (Huesca) y ocupa un antiguo yacimiento de gas natural. Entró en funcionamiento en 1989, tiene una capacidad total de 1.100 millones de metros cúbicos y una inyección máxima de 3,8 millones de metros cúbicos. El de Gaviota, que también utiliza un antiguo yacimiento de gas, está frente a la costa de Bermeo (Vizcaya), y cuenta con una capacidad total es de 2.681 millones de metros cúbicos y una inyección máxima de 4,5 millones. Están en funcionamiento desde 1994 y en 2011 se aprobó un proyecto de ampliación, que actualmente se encuentra parado. Yela, ubicado en Brihuega (Guadalajara) se puso en marcha en el último trimestre de 2012, su capacidad total es de 2.000 millones de metros cúbicos y su inyección máxima es de 10 millones. Se asienta sobre un acuífero salino fósil situado a 2.300 metros de profundidad.
 
El proyecto Castor, propiedad de Escal UGS (participada en 66,67 % por ACS), tiene una capacidad total de 1.900 millones de metros cúbicos y la capacidad de inyección es de 8 millones.
 
Castor, cuya actividad se ha interrumpido durante la fase previa a la explotación debido a los seísmos, aprovecha un antiguo pozo petrolífero, situado a 1.750 metros de profundidad, y tiene capacidad para almacenar hasta un tercio de la demanda de gas del sistema español durante 50 días.
 
Por último, Marismas, propiedad de Gas Natural Fenosa, es un pequeño almacenamiento que aprovecha un antiguo yacimiento de gas con una capacidad total de 61 millones de metros cúbicos y una capacidad de extracción de 0,36 metros cúbicos diarios. En esta misma zona, la compañía prevé construir un nuevo almacenamiento, con el mismo nombre, que tendrá una capacidad total de 514 millones de metros cúbicos.
 
En todo el mundo, hay 627 almacenamientos subterráneos de gas de los que 81 son acuíferos salados profundos.
 
Fuente: La Vanguardia/EFE
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