jueves, 5 de diciembre de 2013

Atalaya: “Café con leche”



Mal café y mala leche sirvió la actual alcaldesa de Madrid, por rebote, Ana Botella, en un discurso pronunciado en el Club Siglo XXI, acto al que fue invitada por el ex ministro Eduardo Zaplana, actual Presidente del Club. En su discurso, la todavía alcaldesa, arremetió más o menos directamente contra el presidente del Gobierno, Rajoy, que está recibiendo más críticas de su propio PP que del PSOE. Ana Botella, en un estilo en el que muchos del PP, que tampoco están de acuerdo con el estilo de gobernar de Rajoy, creyeron reconocer la mano de Aznar, su esposísimo, dejó caer que Rajoy carecía de un programa de gobierno, que no tenía ninguna iniciativa política, que no hacía nada para impedir la disgregación de los votantes del PP ni para velar por la unidad de España.

 
Con su “rebelión verbal”, Ana Botella se une a Esperanza Aguirre. Pero salvo los críticos dentro del PP, la mayoría de los “peperos” se oponen a las palabras de la alcaldesa, diciendo que no es quién para impartir lecciones en política.

 
Los observadores opinan que la señora Botella se está adelantando a su muy probable fracaso en las elecciones municipales del 2015. En general, también en el PP, se piensa que Ana Botella no tiene la altura política para ser la alcaldesa de la capital de España. Madrid es un sello de calidad en todo el mundo, a pesar de la tal vez amañada elección de Tokio como sede de los próximos juegos olímpicos. No tuvo mucha fuerza de atracción lo de invitar al mundo entero a tomarse “una deliciosa taza de café con leche” en la Plaza Mayor.

 
La huelga de la basura en el centro de  Madrid fue la definitiva piedra de toque para convencer a los madrileños y al PP de que Ana Botella como sucesora de Ruiz Gallardón, fue una auténtica metedura de pata, en lo que se pensaba que iba a ser  un regalo para Aznar. Su falta de sensibilidad en el trágico caso del Madrid Arena y durante la reciente huelga, Ana Botella demostró con creces no tener ni idea de cómo ha de comportarse un alcalde en semejantes trances.

 
Ya puede Ana Botella irse despidiendo de la alcaldía de Madrid y tal vez, incluso, de su ambiciosa carrera política. Lo del Club Siglo XXI podría haber sido su canto del cisne.
 
 

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