domingo, 1 de marzo de 2015

Cultura: Juan Eslava Galán





Oí la noticia en la televisión el pasado jueves por la noche y el viernes saltó a todos los rotativos nacionales: el escritor y antiguo profesor de bachillerato y  doctor en Historia medieval, Juan Eslava Galán, había ganado por unanimidad el Premio Primavera de Novela, en su decimonovena edición. Un premio convocado por la editorial Espasa y dotado con 100.000 euros. ¡Ahí es nada! El galardón le fue concedido por la obra titulada: “Misterioso asesinato en casa de Cervantes”, una novela de intriga ambientada en la decadente España del Siglo de Oro, en el que la miseria reinaba y las calles estaban pobladas de pícaros, tullidos de guerra y mujeres de mal vivir.
 
Según señalaba El Mundo, “"Misterio en casa de Cervantes" es una novela oportuna que coincide además con la celebración del cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de "El Quijote". Eslava Galán anunció que uno de los personajes principales que aparece en su novela como parte de la intriga policiaca también forma parte de los protagonistas de la segunda parte de "El Quijote", con lo que el homenaje es completo”.

Cuando vivíamos en Alemania y veníamos a España de vacaciones, las visitas a las librerías eran obligatorias para ojear las últimas publicaciones. Después nos tocaría lidiar con el problema del transporte: había que hacer equilibrios para no tener que pagar exceso de equipaje, habida cuenta de lo que pesa la cultura. En mi caso mis preferencias eran claras. Desde muy niña sentí predilección por la novela histórica y,  precisamente por eso, en 1987 me decanté por el Premio Planeta de ese mismo año, “En busca del unicornio” de un tal Juan Eslava Galán. Más tarde le siguieron “Yo Aníbal”, “El comedido hidalgo” y, en un género totalmente distinto, “Historia de España contada para escépticos”, “Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie” y “De la alpargata al 600”. Con estas tres últimas me lo pasé bomba. Especialmente con la del 600. Además,  sus innumerables ilustraciones y fotos de periódicos de la época recogen costumbres y tradiciones que yo recordaba vagamente de mi niñez y adolescencia. Otros usos más recientes sólo los conocía de oídas, al haber pasado la mayor parte de mi vida en el extranjero. Son los mismos que tanto me llamaron la atención en su día cuando se estrenó  la serie “Cuéntame cómo pasó”,  esa maravillosa crónica de nuestra reciente historia, que ahora están reponiendo desde el principio en La 2 y, para los insomnes, a altas horas de la noche, en Clan TV.
 
No les voy a cansar dándoles más datos sobre este prolífico autor (más de 80 libros firmados con su nombre o bajo el seudónimo “Nicholas Wilcox”), que pueden leer en Wikipedia o en su propia página web. Sin embargo, para que pudiesen constatar que el escepticismo de Juan Eslava Galán no es postureo, sí que me gustaría que echasen una ojeada a la interesante entrevista que el diario digital El Confidencial publicó el 3 de julio de 2013 bajo el título “La historia escéptica de Juan Eslava Galán” - “Los del 15-M no han trabajado en la vida, viven de sus papás”.
 
Desde aquí, muchísimas felicidades por este, en opinión del ilustre jurado, bien merecido premio a una obra que  prometo leer más pronto que tarde.

Margarita Rey
 
 


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