domingo, 7 de febrero de 2016

LEÍDO EN LA PRENSA






El  periódico digital República (republica.com),  del que es consejero editorial el veterano José Oneto, publica semanalmente una columna titulada "Las pesquisas de Marcello". Marcello es supuestamente "un perro Jack Russell de pura raza, que cursó estudios de criminología en Oxford, y se licenció "cum laude" en el master de sabuesos de Scotland Yard. En Inglaterra conoció a un bisnieto del perro de Baskerville y en Estados Unidos (donde tiene a dos primos hermanos, Uggie ganador de un Oscar con 'The Artist' y Eddie, el perro del psiquiatra Frasier Crane) trabajó a las órdenes del FBI. De regreso a España se dedicó al periodismo que es profesión mas arriesgada que la lucha contra el crimen internacional, y en esto de Internet lleva casi doce años y sin descansar"

Seguro que les interesará saber que bajo ese pseudónimo perruno se esconde el mismísimo Presidente de la publicación, el conocido y reconocido periodista Pablo Sebastián, cuya mordaz y afilada pluma no suele dejar títere con cabeza a la hora de analizar los más recientes acontecimientos protagonizados por los principales políticos de nuestro país.

Así, Marcello-Pablo, en su última glosa del pasado viernes titulada  "A qué espera don Mariano", criticaba duramente y con mucha razón la extraña forma de actuar de Mariano Rajoy y el PP ante el delicado panorama político que nos ha dejado el 20-D. El autor opinaba:

"Ahí está el tío, inmóvil, de mármol, asombrado con lo que ocurre a su alrededor en Madrid, Barcelona y Valencia. Y sabedor que la última encuesta del CIS sobre el posible adelanto electoral dejaría al PP en los 123 escaños actuales o puede que algunos menos porque si Podemos se une con IU como parece esa suma dañará a todos y también al PP.

Lo sabe Rajoy, lo saben en Moncloa y lo saben en el PP donde el lío de Valencia tiene a todos en un ‘ay’, temerosos que el modelo de blanqueo de las comisiones corruptas valencianas -que ya asoma en la campaña nacional del PP de las elecciones europeas de 2014-, aparezca en otras Comunidades Autónomas y Ayuntamientos y acabe llegando a Madrid y a la dirección nacional del partido.

‘Quien hace un cesto hace ciento’, dice el refrán. Y ya son muchos los cestos con manzanas podridas del PP, lo que le llevó a don Mariano a decir a su Grupo parlamentario que ‘a partir de ahora no va a pasar ni una’. ¿A partir de ahora? Eso quiere decir que hasta hace pocos días se dejaban pasar todas, o a lo mejor fue un lapsus de don Mariano porque no le llega la camisa al cuello que más de uno en el PP le quiere cortar.

Pero ¿a qué espera don Mariano? para decir: ‘yo no seré un obstáculo para la formación de una gran coalición de Gobierno, voy asumir todas las responsabilidades políticas de la corrupción del PP y me retiro; y, a la vez, convoco el Congreso del Partido Popular con primarias incluidas para que se renueve la dirección y se nombre un nuevo presidente.

Sí, es muy sencillo. Un mal trago, una pena, dejar la Moncloa, dejar el mando del PP, dejar las Cumbres europeas y tantas cosas del poder. Pero ¡qué le vamos a hacer! Todo lo que empieza se acaba y los hechos ocurridos y el resultado de las elecciones del 20-D, y de las catalanas, municipales, autonómicas, andaluzas y europeas están pidiendo a gritos la marcha de don Mariano.
 
Entonces ¿a qué espera? No se sabe. Su discurso táctico de decir que no apoyará un gobierno de Sánchez con Rivera ni con Iglesias, ni cualquier pacto de gobierno que no presida él, conduce a nuevas elecciones. Y en ese caso ¿insistirá don Mariano en ser la cabeza del cartel de PP a pesar de lo que le acaba de decirle el CIS? Él dice que sí, pero cada vez habla más bajito y con la boca chica, porque ni él ni sus barones creen que Rajoy vaya a ser presidente del Gobierno ni seguir al frente del PP.

Insistimos ¿a qué espera? La respuesta puede ser ésta: de la misma manera que vio caer a su enemigo Artur Mas, don Mariano espera ver la caída de su otro enemigo, que lo insultó ante toda España y que le ha negado el diálogo y la negociación, Pedro Sánchez.

Pero entre tanto el tiempo se acaba y todos en el PP saben que si este partido sale del gobierno nacional -después de haber perdido mucho poder autonómico y local- la crisis del PP será tremenda. Y si son otros los que entran en la Moncloa y cuelgan en los balcones las alfombras de la corrupción del PP, en vez de refundar el PP valenciano tendrán que refundar el PP nacional, y la mitad de sus cuadros se irán a Ciudadanos.

De manera que si el PP quiere seguir en el Gobierno tan solo tiene dos maneras de proceder: primero, ofrecer la cabeza de Rajoy; y si resulta insuficiente, en ese caso ofrecer incluso la Presidencia del Gobierno a un independiente o a alguien de Ciudadanos o del PSOE siempre que no sea Pedro Sánchez.

Ésas son las dos únicas bazas que le quedan al PP y a don Mariano para evitar el gran desastre y el alto riesgo de salir del gobierno y regresar a unas nuevas elecciones en pleno espectáculo de la apertura de todos los grandes juicios de la corrupción del PP, que está al caer. Y ellos lo saben ¡vaya si lo saben! Pero don Mariano no mueve un dedo y está a la espera del fracaso de ver pasar ante sus narices el cadáver de Sánchez. Y luego Dios dirá o vaya usted a saber".

Fuente: República (republica.com)

 

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