jueves, 3 de noviembre de 2016

Atalaya: Se consumó




Felipe González, ex de todos los cargos oficiales que puedan repercutir en el poder, ha conseguido machacar al PSOE, que él venía analizando desde España o desde Bélgica, donde estuvo perfeccionando sus estudios de Derecho. Más que su compañero de operaciones, Alfonso Guerra, Felipe se ganó todas las simpatías como promesa joven de remodelación del cambio político en un país salido funerariamente de una bestial, (“moderada” según algunos conservadores alemanes) dictadura, que en cuanto al ideario llevó a España al reinado de los llamados Reyes Católicos.

Ahora muchos, también socialistas, con la colocación de Rajoy al frente del gobierno del investigado PP (¿corrupción?), se ven con los palos caídos del sombraje socialdemócrata, y no saben por dónde tirar. La abstención, ordenada por el Comité Federal, en el debate de investidura del jefe de los comanches de Génova, ha devuelto la Presidencia del Gobierno al anterior Rajoy, ahora Rajoy II, que hasta el último momento ha dado suficientes pruebas de falta de aptitudes políticas, aportadas sin embargo por sus damas, Soraya Sáenz de Santa María y la cunera manchega, María Dolores Cospedal, encargadas de sacarle dialécticamente las castañas del fuego a un presidente huidizo en sus escondrijos, cuya habilidad política de desaparecer y poner punto en boca me recuerda tristemente al otro gallego, que mantuvo encarcelada a España durante siniestros 40 años (casi tantos como la actual democracia). Cuando comparecía y hablaba había corrido la sangre de afiliados clandestinos al PCE y al PSOE. El partido socialista en el interior no era tan fuerte como el PCE (que fue desmontado por Carrillo como condición para ser legalizado). A los posfranquistas, entre ellos Juan Carlos, que tuvo un papel crucial en la transición diseñada en otra parte, les faltaba un partido opuesto (pero no hostil) para montar una democracia ideal, que liderarían ellos.

Cierto que sufrieron algunos desengaños cuando el PSOE estuvo gobernando durante 21 años, pero el entretanto partido socialdemócrata se dedicó a crear lo no existente durante el franquismo: salud pública, ahora casi destrozada por el gobierno PP, así como prestaciones sociales, entretanto mermadas, e incluso una Hacienda activa, cuya eficacia con el antiguo-nuevo ministro Montoro se demuestra en que persigue  a los pequeños contribuyentes mientras deja a su libre albedrio a corruptos del aparato que acumulan millares de millones de euros en los oasis fiscales.
Para mí la oposición “socialista” en el próximo parlamento es poco creíble. ¿Cómo permitir que el PP siga gobernando a los españoles después de haber permitido con su abstención de ordeno y mando y después atacar al favorecido.
 
Si se expulsa del partido a aquellos buenos socialistas que no quisieron secundar la  farsa, el PSOE estará pidiendo a gritos su propia desaparición, acabado su papel de dique de contención de Unidos Podemos. Pero mucho me temo que no haya sido sólo el miedo a Unidos Podemos lo que ha guiado a la gestora de Felipe González a imponer la abstención en la coronación de Rajoy II, sino órdenes muy serias de la UE, de EE UU, que según nos dijo el Presidente Obama, “necesitan una España estabilizada y unida”. ¿Es que el PP lo va a hacer mejor que el PSOE?

A Felipe, bien situado, así como a esos socialistas de salón, llamados barones, les vendría de maravilla que se tuviera que fundar otro PSOE auténtico, (sin la O), y se haga pública toda la documentación sobre la refundación del PSOE de Suresnes.

Pedro Sánchez, derribado candidato socialista a la presidencia del gobierno, causó un gran temor en la CEOE, en el PP e incluso en el PSOE cuando se entrevistó con Pablo Iglesias, líder de PODEMOS para tratar de una posible tarea en común o incluso una ayuda hacia La Moncloa. Pedro Sánchez, muy criticado por su entrevista del pasado domingo con Jordi Évole en La Sexta para “Salvados”, en la que dijo que no habría descartado una cooperación con Podemos, bien en el gobierno, bien, más difícil, en una coalición con Podemos y Ciudadanos. ¿Quería Sánchez abrir las puertas del poder a Pablo Iglesias, líder de la formación radical de izquierda, Podemos? Tal como están las cosas en el aguado socialismo español, cada vez más  discreto ante el neocapitalismo, serán los jóvenes socialistas que no se pasen a Podemos quienes tendrán que tomar las riendas del partido socialista, jubilando de una vez por todas a los santones del PSOE.
 
 

 
 

1 comentario:

  1. Hoy 23 de marzo leo el artículo y no puedo ser tan optimista respecto a que "serán los jóvenes socialistas que no se pasen a Podemos quienes tendrán que tomar las riendas del partido socialista, jubilando de una vez por todas a los santones del PSOE". En los medios la petición de la Gestora a Pedro Sánchez para que suspenda el "Crowdfunding" y las dudas sobre afiliaciones me hace pensar que el aparato del PSOE solo trabaja para que eso no ocurra mientras que el gobierno del PP de los corruptos solo lo hace para salir impune.

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