lunes, 12 de febrero de 2018

RINCÓN DEL LECTOR






Hace ya un par de años se hizo viral en las redes sociales la supuesta carta de una profesora de un instituto público que, bajo el título de “SOBRE IGNORANTES E IGNORANTAS” fue reproducida por diversas publicaciones españolas e hispanoamericanas, entre ellas “LA GACETA” y “EL CLUB DE LOS LIBROS PERDIDOS”. Ahora, un amigo me ha mandado por WhatsApp la misma epístola pero con otro, casi idéntico, encabezamiento: “SOBRE IGNORANTOS E IGNORANTAS”.
 
No hace falta ser un lince para darse cuenta de que el relanzamiento del escrito se debe a la discusión que se ha abierto en las redes sociales después de una rueda de prensa de la diputada de Unidos Podemos, Irene Montero, el pasado miércoles en el Congreso, en el curso de la cual Irene Montero usó esa palabra. Según el diario EL PAÍS, Montero utilizó el término portavoza “para dar más visibilidad  a las mujeres en su lucha por la igualdad de derechos con los hombres”. Montero justificó así el palabro en cuestión: “Ya son demasiados los siglos en los que el lenguaje se utiliza como instrumento para perpetuar el machismo en las sociedades. La mayoría de idiomas usan el masculino para referirse a la otra mitad de la población”.

Desde aquello de las “miembros y miembras” que la entonces Ministra de Igualdad Bibiana Aído (PSOE) se sacó de la manga en 2008 buscando el aplauso del mundo feminista, no se había vuelto a armar un carajal semejante en los medios de habla hispana en torno al empleo de un lenguaje teóricamente no sexista. En aquel momento, Arturo Pérez Reverte puso a Aído como hoja de perejil en su columna de El Semanal (ABC) “Patente de corso”. Un artículo que, aunque tenga ya algunos años, no por ello ha perdido actualidad y que los interesados en el tema pueden leer siguiendo el enlace.
 
Como bien apuntaba el pasado 9 de febrero el diario MARCA en ese mismo contexto, el humorista José Mota parodió hace un par de años a uno de esos políticos que, de forma populista, utilizan ese tipo de lenguaje pseudo feminista para ganar votos:  "Estoy encantado de poder dirigirme a vosotros y vosotras, militantes y militantas, votantes y votantas. Lo importante o importanta es que dejemos constancia y constancio ante los españoles y españolas de que nuestros valores y valoras son los de los pueblos y las pueblas, España y Españo. Y que sepan que los problemas y problemos tienen soluciones y solucionas para todos y para todas".

En el caso concreto que nos ocupa y aunque yo discrepe a veces con alguna de las decisiones de la Real Academia de la Lengua, veamos qué dice la página de consultas de la RAE acerca del sustantivo  portavoz:
 
El sustantivo «portavoz» es común en cuanto al género, lo que significa que coinciden su forma de masculino y de femenino. El género gramatical se evidencia, en esos casos, a través de los determinantes y adjetivos: «el portavoz español» / «la portavoz española».
 
Ante tamaña insensatez lingüística de Irene Montero, no es de extrañar que se haya ganado a pulso en Twitter el sobrenombre de "Irena Montera".
 
No quiero alargarme más y les dejo ahora con la carta de la susodicha “profesora” en la que el autor/la autora critica con gran acierto ese lenguaje presuntamente políticamente correcto, a menudo rayano en lo absurdo y surrealista. Dice así:
 
“Yo no soy víctima de la Ley Nacional de Educación.
Tengo 60 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política.
En jardín (así se llamaba entonces lo que hoy es "educación infantil", mire usted) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: La A de "araña", la E de "elefante", la I de "iglesia" la O de "ojo" y la U de "uña".
Luego, cuando eras un poco mayor, llegaba "Semillitas", un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen texto. Eso sí, en el Semillitas, no había que colorear ninguna página, que para eso teníamos cuadernos.

En Primaria estudiábamos Lengua , Matemáticas , Ciencias, no teníamos Educación Física. En 6º de Primaria, si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de "b en vez de v" o cinco faltas de acentos, te bajaban y bien bajada la nota.

En Bachillerato, estudié Historia de España, Latín, Literatura y Filosofía. Leí El Quijote y el Lazarillo de Tormes; leí las "Coplas a la Muerte de su Padre" de Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda... Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección.
Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura.
Y... vamos con la Gramática.
En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales.
El participio activo del verbo atacar es "atacante"; el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir,"existente".
¿Cuál es el del verbo ser? Es "ente", que significa "el que tiene identidad", en definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "ente".
Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta",independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción. De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice"estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no “pacienta"; "dirigente", no dirigenta"; "residente", no "residenta”.

Y ahora, la pregunta: nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son"periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española? Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hace más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).

Les propongo que pasen el mensaje a sus amigos y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos ignorantes semovientes (no "ignorantas semovientas", aunque ocupen carteras ministeriales).

Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto. Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todo, ¡el machisto!

SI ESTE ASUNTO "NO TE DA IGUAL",
PÁSALO, POR AHÍ, CON SUERTE, TERMINA HACIENDO BIEN HASTA EN LOS MINISTERIOS.
Porque no es lo mismo tener "UN CARGO PÚBLICO" que ser "UNA CARGA PÚBLICA".

Y la polémica sigue. Ahora mismo acabo de leer en OK Diario que José Bono, en una entrevista para Antena 3, ha asegurado que el origen del engendro "portavoza" habría que buscarlo nada más y nada menos que en Venezuela (ver artículo siguiendo el enlace). Interesante, ¿no?...
 
M. R.


 
 

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